- Narra Bessie -
Pequeños besos alrededor de mis mejillas,
frente y cuello me hicieron ir despertándome de ese maravilloso sueño en
el que nunca me iba de Londres y era feliz viviendo allí, mientras que
el pelo de quien, obviamente, era Harry, me hacías cosquillas en la piel
cada vez que se aproximaba a darme un nuevo beso haciendo que sonriera
antes de despertarme completamente
"Buenos días princesa" susurró en mi oído con ese tono de voz ronco que tenía cada mañana nada mas despertarse y que tanto me gustaba
"Buenos días príncipe" abrí los ojos mientras estiraba un poco mis músculos y miré hacia donde estaba él
Estaba
tumbado a mi lado, con la sábana por encima pero dejando a la vista
todo lo que había de cintura hacia arriba, apoyándose sobre el lateral
izquierdo de su cuerpo y su antebrazo estaba apoyado en el colchón para
así levantar su tronco y cabeza por encima del nivel de la cama
Su
pelo estaba revuelto, sus ojos verdes brillaban como hacía mucho que no
lo hacían y esa sonrisa tan peculiar de él en la cual dos hoyuelos se
marcaban en sus mejillas completaba la imagen con la que tanto me
gustaba despertar
"¿Que tal has dormido?" preguntó mientras con su mano derecha cogía un mechón de mi pelo y lo colocaba detrás de mi oreja
"Hacía
mucho que no dormía tan bien" sonrió sin apartar la mirada de mi
"Además de que tu pecho es muy cómodo como almohada" asentí con la
cabeza sin dejar de sonreír
"Me alegro de haber contribuido" rió y se inclinó hacia mi para darme esta vez un suave beso en los labios
Una vez que nos separamos lleve mi mano a su pelo y coloqué un poco los rizos haciendo que no quedaran tan despeinados
"¿Cómo crees que estará Edward?" pregunté con mi vista fija en su pelo
"Si
tus padres no han llamado será por algo, Bess" bajé mi mirada hasta sus
ojos y me encontré con la suya fija en mi "¿Si no te atreves a dejarle
con tus padres dos días que harás cuando vayas a Nueva York y tengas que
dejarle en la guardería? ¿O cuando dentro de unos años vaya a la
escuela?"
"Para que vaya a la escuela faltan casi dos años... Aún es mi bebito"
"No
va a pasarle nada malo sin que nos enteremos preciosa" garantizó en un
tono de voz que me daba tranquilidad "Así que relájate, descansa, y
mañana cuando lleguen comprobaras que tengo razón" se volvió a inclinar
hacia mi pero en vez de darme un beso en los labios bajo hasta mi cuello
Cerré
los ojos al sentir el roce de sus labios sobre la piel más sensible de
mi cuello intercalando pequeños besos. Llegó a la cicatriz que iba a
estar en mi cuello de por vida y la recorrió con la punta de la nariz
haciéndome reír
"¿Siempre vas a usar la misma manera de distracción?" le dije riendo sin abrir los ojos
"Cuando un método es efectivo no hace falta buscar más" rió contra mi cuello "Además, se que los besos en el cuello te relajan"
"Además
de eso" llevé una mano a su pecho y lo alejé un poco de mi "Me provocan
otras cosas, así que mejor no sigas" le dije riendo
"Mmmm, creo que me gusta más la opción de seguir" enterró su cara en mi cuello haciéndome reír pero le volví a separar
"Ahora no estamos solos Harry" sonreí
"No
sería la primera vez que lo hacemos con alguien más en la casa y nadie
se entera" se mordió el labio inferior haciendo que mi mirada se fijara
en él y luego se inclinó para besarme
Pase mis manos por su cuello y lo atraje más hacia mi mientras su lengua entraba en mi boca comenzando a jugar con la mía
"Eres mala influencia para mi Hazza, yo antes era una niña buena" susurré contra sus labios
"Eso
es lo que pretendías hacer creer a todos pequeña, pero a mi no me
engañas" volvió a besarme y paso una de sus piernas al otro lado de mi
cintura para quedar encima de mi
¿Cómo me iba a negar a estar así con él? Exacto, era algo imposible
- Un mes y pocos días después -
Terminé
de vaciar la última caja de lo que había tenido que traer desde Canadá y
desmonté la caja para ponerla con las otras y tirarla a la basura
Cuando
había hecho las cajas en Canadá había tenido la ayuda de Daisy, la que
para aprovechar los últimos días que pasaría allí se había ofrecido a
ayudar, pero ahora, al no ser que alguien encontrara la manera de hacer
que un niño de 15 meses levantara cajas de varios kilos, tenía que
hacerlo todo yo, y desempaquetar cajas no era una de las cosas más
sencillas del mundo...
Estaba dejándola en el montón cuando el timbre de la casa sonó un par de veces.
Sacudí
mis manos en el pantalón de chándal que me había puesto para
desempaquetar cosas y salí de la cocina comprobando que Edward seguía
viendo su película de dibujos animados tranquilamente sentado en la
alfombra del salón
Caminé hacia la puerta y la abrí encontrándome
con una chica alta, con el pelo teñido de un color morado tirando a gris
y sonriéndome
Como no, Gemma
"¡Sorpresa!" exclamó antes de lanzarse hacia mi y abrazarme
"¿Que haces aquí?" la dije riendo
"Mi hermano puede llegar a ser muy pesado ¿sabes?" rió mientras pasaba dentro de la casa para que pudiéramos cerrar la puerta
"¿Harry?" fruncí las cejas
"Si,
Harry" rodó los ojos "En cuanto le llamaste diciéndole que ya estabas
aquí lleva atormentándome para que venga a comprobar que estáis bien,
que yo no es por no querer veros, ya lo sabes, pero el trabajo me tiene
muerta... ¡Por cierto! ¿Dónde está mi sobrinito precioso?"
Señalé con la mano hacia el salón y entró hacia allí sonriendo más al ver a Edward
La seguí por detrás y sonreí al ver como Edward reconocía a su tía y torpemente intentaba ponerse de pie para ir hacia ella
"¿Hace
cuanto que no te veía yo a ti?" le cogió en brazos elevándole al aire
para que riera "¿Cuando empiezas a trabajar?" preguntó mirándome a mi
"El lunes. Me dieron esta semana para instalarme"
"¿Y
ya sabes donde tienes que ir?" asentí con la cabeza y sonrió "¿Sabes
que puedes contar conmigo para lo que necesites verdad?"
"Lo sé"
Se acercó a mi y me abrazó
"Es genial volver a vivir cerca de alguien de la familia" murmuró
"¿De la familia?" pregunté cuando se separó de mi mirándola extrañada
"Hace mucho que eres de la familia Bessie, y ambas lo sabemos"
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